Hoy tus sueños volaron hacía un cielo lejano.
Hoy por fin eres libre,
nadie te hará más daño.
No habrá dolor alguno
que te clave sus garras
en tu cuerpo dañado.
Ya eres libre.
Se quedaron atrás
los amores amargos.
Las penas de cien días
que eran igual que años.
Ya eres libre, y podrás
soñar lo más deseado;
disfrutar del amor
sobre un cielo estrellado.
Y a mí, a tu pequeñita,
me pondrás en los brazos
a la redonda luna,
para que así con ella
pueda jugar un rato.
7 de Agosto