miércoles, 15 de abril de 2009

Epitafio



Adiós amigos:
Me voy un tiempo lejos.
Escribiré mis versos en la luna
y buscaré a mi amor en los luceros.


Me llevo en la maleta
recuerdos y alegrías
los momentos vacíos no los quiero.

Llene de amor mis días en la tierra
aunque a veces no supe comprenderlo.


Adiós amigos.
Esto no es un adiós, es hasta luego,
pues marcho confiada en el reencuentro.

Cuando este llegue,
visitaremos los mundos ignorados,
aquellos que formaron un día nuestro cielo
y que les dimos vida en nuestros sueños.


Adiós amigos,
esto no es un adiós, es hasta luego.
Porque pronto, muy pronto,
sin que seamos conscientes
de lo efímero y frágil que es el tiempo
volveremos a vernos.

martes, 24 de febrero de 2009



Hoy busqué
un lugar para tus sueños.

Lleno de azules cielos
y eternas primaveras.
Donde el mar es laguna
y la roca es arena.


En este sitio amable,
brillará tu sonrisa,

mientras oyes canciones
que te lleva la brisa.


Aquí, serás sirena
al menos… por un día,
sin miedo a que las olas
te arrastren en su huida.

Se quedarán atrás,
largas noches inciertas,
con faroles dormidos
en las calles desiertas.

Y por fin, vivirás
los sueños más amados.

Te cubrirán de besos
los labios deseados.

Sin miedo a despertarte
abrazada a tu almohada.
Vacía de caricias,

de lágrimas mojada…

Este lugar hermoso
tan solo hecho de sueños

será por siempre tuyo
hasta el fin de los tiempos.

Porque puedes crearlo
cuando cierres los ojos
en tu jergón de miedo…
Yo así te lo deseo.
Eso quiero y espero.


(A todas las mujeres atrapadas por las mafias)

sábado, 24 de enero de 2009

A Marcos Ana



Buscando las estrellas
de unos viejos zapatos,
encontré a un poeta
enamorado de la vida.

Tropecé con sus ojos,
siempre puros,
siempre abiertos
a la ilusión, al amor...
A la aventura,
de vivir cada día
como un hombre.

Y abiertos a encontrar
las estrellas, que aunque lucen,
jamás se ven a mediodía.

Las vislumbra, las coge
y las esparce.., a manos llenas
por la vida
de aquellos que quisieron
encontrarle.
De aquellos, que ni siquiera
conocía.

Quizás, cuando buscaba
en mis zapatos,
encontré una estrella…
Una de las que él…,
a manos llenas repartía.


(Para Marcos Ana. enero 2009 )

lunes, 12 de enero de 2009



Hoy me duele el alma
al ver tantas muertes.
¡Estúpidas muertes,
asesinas muertes!

Hoy me duele el alma
al ver el dolor.
¡Terrible dolor,
inmenso dolor!

Veo enormes ojos
que no entienden nada,
pero que preguntan,
mirando a la cara.
¿Por qué tanto odio...?
No comprenden nada.

Y yo, en mi alma,
no tengo palabras.
Pero avergonzada,
por creerme humana,
lloro silenciosa,
por los que se mueren
y por los que matan.

domingo, 4 de enero de 2009



Mis zapatos vacíos,
tus abarcas desiertas.
Mis zapatos vacíos,
llenos solo de esperas…

Las abarcas mojadas,
del rocío en la tierra.
Los zapatos y abarcas,
solo llenos, de penas…

Los Reyes de este mundo,
hicieron mil promesas
pero nuestros, zapatos,
no entraban en sus cuentas.

En otros cielos dicen,
que volaron cometas...
pero mis zapatitos,
quedaron sin muñecas.

Tus abarcas, mojadas,
y manchadas de tierra,
también quedaron solas,
vacías... y desiertas.

Más, si un gran Dios existe,
haciendo cosas buenas,
zapatitos y abarcas,
los llenará de estrellas.

Enero,2007
Recordando a Miguel Hernández y a un poeta que pidió a Dios que llenase mis zapatos de estrellas el 5-1-43.


domingo, 21 de diciembre de 2008


(Fotografía de Fra Miquel)

Como una hiedra joven,
abrazaré tu cuerpo,
subiré por tu tronco,
invadiré tus huecos…

Y juntos, beberemos
el agua que la lluvia,
nos manda desde el cielo.

Creceremos muy juntos,
con los pies en el suelo
y embriagados de vida
buscaremos los sueños.

Como a todos, también
nos llegará el invierno,
y quizás, aun podamos,
calentar algún fuego...


Pero siempre abrazados
hasta el fin, de este tiempo.

lunes, 24 de noviembre de 2008



-Mamá ¡ya vienen, ya vienen!
¡Ya vienen los Reyes Magos!
Veo sus regias figuras,
pasar por el altozano.

-Mamá, los Reyes no paran.
No suben a mi tejado,
¿Tan viejos están mamá
que otra vez pasan de largo?

-No llores, pequeña mía,
que esta vez sí se han parado.
Y te han dejado su estrella,
enganchada en el tejado.

Para que te cuente historias...
Para que le pongas lazos...
Y que cuando seas mayor,
siempre ilumine tus pasos.