martes, 1 de julio de 2008



Dame tu mano amiga,
y pasaré sin miedo,
por las oscuras horas,
del sol cuando declina.

Sólo la blanca luna,
en el cielo más negro,
blanqueará las sombras,
nos guiará al encuentro.

Cuando hayamos cruzado
este pequeño averno,
-venciendo los mil monstruos,
que pueblan el cerebro-
vislumbraremos juntos
otros mundos... más bellos.


Y los dos volveremos,
a iniciar nuevos sueños.

1 comentario:

SaiZa dijo...

Se que me repito, pero es un delicia disfrutar de tu posesía, me emociona muchísimo. Es por ello que no me puedo ir sin dejarte un comentario.
Estoy por pedirte que me dediques una..jeje.

Un besazo a las dos.