Mis zapatos vacíos,
tus abarcas desiertas.
Mis zapatos vacíos,
llenos solo de esperas…
Las abarcas mojadas,
del rocío en la tierra.
Los zapatos y abarcas,
solo llenos, de penas…
Los Reyes de este mundo,
hicieron mil promesas
pero nuestros, zapatos,
no entraban en sus cuentas.
En otros cielos dicen,
que volaron cometas...
pero mis zapatitos,
quedaron sin muñecas.
Tus abarcas, mojadas,
y manchadas de tierra,
también quedaron solas,
vacías... y desiertas.
Más, si un gran Dios existe,
haciendo cosas buenas,
zapatitos y abarcas,
los llenará de estrellas.
Enero,2007
Recordando a Miguel Hernández y a un poeta que pidió a Dios que llenase mis zapatos de estrellas el 5-1-43.